viernes, 30 de octubre de 2009

VLADISLAV DELAY - "Tummaa" (The Leaf Label, 2009)





Sasu Ripatti, más conocido como Vladislav Delay (y dueño de otros proyectos cómo Uusitalo y Conoco), es un músico finlandés obsesionado con el lado más experimental de la electrónica. Quien también explora el terreno del micro y deep House de tendencia más pop y bailable en su genial proyecto Luomo, el cual le ha dado un amplio reconocimiento también en esa área.
El disco Multila editado en el año 2000 con el pseudónimo de Vladislav Delay bajo el prestigioso sello alemán Chain Reaction, (casa del dub, deep y minimal techno más refinado de sonido análogo, profundo y subacuático) es su placa insigne y la más recordada por su sonido increíblemente orgánico y lleno de profundas capas y arreglos sonoros, además de la marca registrada de Ripatti que es su eterno interés por la percusión quebrada y experimental.

Tummaa ("oscuridad" en finlandés) es su noveno disco, sin contar varios EP y remixes. Está grabado durante una estadia de Ripatti en una isla en medio del mar Báltico, mientras se producía lo que en Finlandia se llama el periodo de "Kaamos": donde las noches en invierno son extremadamente largas, dejando pocas horas de luz a los días. De ahí proviene entonces el nombre de Tummaa. Un estado de contemplación e introspección melancólica gestado en las profundidades de una noche interminable.

Tummaa se diferencia también por ser su trabajo menos maquinal; en donde más reemplaza los samples por percusión análoga, sin perder su esencia digital. Explorando así un territorio un tanto alejado de lo que venía realizando en sus últimas placas como Anima de 2008, donde creó una atmósfera riquísima en texturas y colores en un solo y extenso track de más de una hora.
Además cuenta de dos interesantes e inéditas colaboraciones instrumentales: el afamado pianista Craig Armstrong, y el clarinetista y saxofonista Lucio Capecce. Así Ripatti se encarga de mezclar triggering y manipulaciones de ruido blanco con las perillas y de percutir con sus steel drums hechos a mano, mientras Armstrong interviene con ocasionales improvisaciones en piano y Capecce realiza inharmónicos solos de viento.

El sonido de Tummaa es un tanto más cerebral y matemático que sus trabajos anteriores. Y está cargado de una actitud sofisticada y madura que el finlandés no había alcanzado nunca. Se respira por todos lados un sabor a vanguardia y a exploración más allá de los límites de los sintetizadores y las máquinas compañeras de siempre. El tema que abre el disco, Melankolia, es un buen ejemplo de esto: posee una atmósfera emotiva y melódica que contrasta con el serio piano de Armstrong (que recuerda un poco las melodías del minimalista japonés Ryuichi Sakamoto) y las percusiones arítmicas. El cuerpo y estructura de la obra es, en general, más desnudo y mínimo que todo lo hecho anteriormente. No existe tanta base ni sonidos profundos o atmosféricos intensos, más bien todo se mueve entre una rítmica guíada por los contínuos samples y las quirúrjicas manipulaciones de ruido. Se identifica también un interés por la rítmica del Dub, especialmente en los temas Musta Planeeta y Toive, dos piezas donde abunda el uso de bajos y de atrevidos loops.

V Delay ha alcanzado una madurés interesante que lo ha hecho viajar más hacia su interior a recolectar nuevas experiencias y sonidos. Engendrando así esta oscuridad silenciosa y extraña, y regalándonos una obra donde se transmite y se palpa un encuentro futurista triunfal entre los sonidos digitales y la instrumentación clásica.



para:
Extravaganza!


jueves, 29 de octubre de 2009

SPARKLEHORSE + FENNESZ - "In the Fishtank 15" (In the Fishtank Records, 2009)





Pocas veces se tiene la oportunidad de escuchar a dos músicos tan interesantes y a la vez tan extraños juntos. Y que esto se haga realidad se convierte en un verdadero fetiche auditivo que solo genera el máximo placer.

La versión número 15 de la serie de colaboraciones In the Fishtank, fusiona a uno de los músicos Indie más innovadores y sofisticados como Sparklehorse con uno de los máximos genios delante de un laptop en estos días, el músico austriaco Christian Fennesz. Quien también se destaca por mezclar atmósferas con guitarra en medio de sus exploraciones electrónicas instrumentales. El resultado de este encuentro es un real exorcismo sónico desde lo más profundo del territorio de los sueños.

El inevitable ímpetu experimental de estos dos artistas los lleva a entenderse de manera notable a la hora de crear atmósferas. A ratos tan orgánicas y gentiles, en otros tan abrasivas e inquietantes. Se oyen pasajes de intensa calma, de texturas digitales transparentes y finas. Voces tímidas y lejanas que hablan como en un lamento o un susurro increíblemente frágil. También hay clímax de estridencia, de saturación y algo de ruido inteligente.

Este disco es como una ensoñación etérea de cautivante belleza, de sonidos que vienen de otro mundo. De otro plano antimatérico de vibraciones y resonancias que van más allá de lo racional. La música de este álbum parece venir desde otra vida, quizás. Como la de un pez divagando sin rumbo en el espacio abstracto de su pecera.



miércoles, 28 de octubre de 2009

BURIAL & FOUR TET - “Moth / Wolf Club” 12" EP (Text Records 2009)





Un vinilo negro en carcasa negra con cobertor y funda negra. Sin nombre ni información. En la superficie del disco apenas se lee el nombre de los artistas escrito de manera manual y despreocupada. La nula parafernalia de esta edición, en tiempos de saturación infórmatica y de enfásis en la imágen, provoca e impacta. Y finalmente parece sugerir: “solo dale play y escucha”.

Dos temas componen esta colaboración en formato EP de 12 pulgadas, entre dos de las figuras más interesantes de la electrónica por estos días: el cerebral Kieran Hebden (Four Tet) con sus melodías ambient inteligentes llenas de variados colores, y el sombrío chico prodigio del Dubstep, William Bevan (Burial). Quien vuelve tras lanzar el mundialmente sobre-aclamado Untrue de 2007. El disco lanzado bajo el sello Hyperdub, que terminó de revolucionar la forma de hacer el Dubstep con nuevas influencias y fórmulas, llevándolo más allá de la fría etiqueta y posicionado a Burial como un talento superlativo.

Lo que hace tan tentador este trabajo en conjunto es el lenguaje musical de cada uno de estos artistas: uno más frío y matemático cómo Four Tet, otro de sonidos cálidos y profundos, con un toque preciso de groove. Parece ser un equilibrio perfecto entre opuestos complementarios. Una sinapsis precisa o una fusión alquímica de alto vuelo.

Moth es una sensual exquisitez de bajos profundos, densa atmósfera y ritmo lánguidamente pegajoso. Para acompañar con la cabeza y algo de humo alrededor. 10 minutos de un sabor a raíz negra, a un club londinense semi vacío en plena medianoche profunda. Probablemente uno de los top 10 de los mejores temas de este año. Y es Burial quien le imprime mayormente su sello, aunque podemos notar la mano de Hebden en la ambientación de fondo.

Wolf Club es una pieza más texturada y orgánica de sonidos dulces y acuáticos propios de la IDM ambiental de Four Tet. El lado frio y más abstracto del disco, que se encuentra de pronto con los breakbeats clínicos de Burial, para darle ese toque de fusión y de equilibrio a la obra y terminar de redondear una propuesta que convence por todos lados. Que gusta de principio a fin sin sobresaltos ni dudas.

Un notable trabajo de seducción. En frasco chico, como las mejores cosas de la vida.



para:
Extravaganza!


MORITZ VON OSWALD TRIO - "Vertical Ascent" (Honest Jon's 2009)



Vertical Ascent es el disco debut del trío compuesto por Max Loderbauer (NSI, Sun Electric), Sasu Ripatti (Vladislav Delay, Luomo, Uusitalo) y el pez más gordo del techno de Berlín: Moritz Von Oswald (Maurizio, Basic Channel, Rhythm & Sound). Todo un dream team del vanguardismo y la experimentación electrónica en estos tiempos.

Dividido en 4 partes, esta asunción vertical es un flujo instrumental incesante de atmósferas, timbres y ecos profundos. Todos provenientes de una rica paleta de sonidos digitales y análogos propios del minimalismo, el deep techno y la experimentación libre. Un increscendo constante de ritmos y armonías, pasando desde la quietud silenciosa hasta un clímax de frecuencias micro sónicas elegantemente ornamentadas.

Con Ripatti a cargo de la percusión con sus steel drums, Loderbauer creando una fina y transparente base sintetizada y Von Oswald al mando de su Fender Rhodes, el resultado es un maduro manifiesto auditivo posmoderno con reminiscencias al avantgarde de John Cage, al krautrock de Can y a un free jazz futurista. Un exquisito masaje de ondas sonoras para el alma y el oído.


para:
Extravaganza!

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