lunes, 30 de noviembre de 2009

MONOLAKE - "Silence" (Imbalance Computer Music, 2009)




El dúo berlinés Monolake (conformado por Robert Henke y Gerard Behles en esa época) lanzó el año 97 un álbum que, en estos días, es considerado un estandarte de la música electrónica. El brillante y sublime Hong Kong, engendrado bajo el alero del seminal sello alemán Chain Reaction, mezcló con una inteligencia y sutileza admirable los beats fríos y clínicos de la escuela del Techno de Detroit y el minimal de Berlín, con gentiles atmósferas y sonidos texturados hasta el infinito en una aproximación a la corriente IDM de mediados de los ’90. Y dieron así origen a uno de los proyectos electrónicos más influyentes, musical y conceptualmente, de las últimas décadas.

Hoy, doce años después de aquel debut y tras la partida de Behles para fundar y dedicarse a la compañía de software musical Ableton Live, Monolake es comandado en solitario por el cerebrito musical de Robert Henke, también desarrollador de Ableton y que está obsesionado con el estudio conceptual del sonido. A la par de artistas sonoros digitales cómo Alva Noto (Carsten Nicolai), Ryoji Ikeda o Ryuichi Sakamoto, el alemán posee una técnica y visión compositiva marcada por las corrientes minimalistas y conceptuales ligadas a la tecnología digital. En Monolake siempre se mantuvo una dirección melódica y etérea en los 90, pero fue mutando hacia un sonido más frío y matemático en la actual década, donde Henke aprovechó de echar a andar su proyecto homónimo en solitario para explorar inquietudes dentro del ambient y el drone.

Es así como luego de grandes discos cómo Cinemascope (2001) y Polygon Cities (2005), Monolake devela su nueva y esperada pieza sonora titulada de manera poderosa y tentadora: Silence. El propio Henke describe así, en su página web, sus inquietudes musicales: “Monolake se trata de complejidad. De Detalles. De la elástica tensión entre los beats en primer plano y los elementos de textura en el fondo”. El silencio, como bien decía el viejo maestro John Cage, no existe propiamente tal. Todo es música. Y en Silence esa parece ser la regla.

Un disco extremadamente cerebral, solo para aquellos con paciencia auditiva y gusto por las ambientaciones y las composiciones experimentales basadas en múltiples capas sonoras. El disco posee ligeros e inteligentes samples extraídos de anuncios de variados aeropuertos, sonidos de una antena de radio en Berlín, goteras de agua en un jardín botánico en Florencia, sistemas de aire acondicionado en Las Vegas, Frankfurt y Tokio; viento en el gran cañón, contestadotas telefónicas de amigos de Henke y grabaciones de trabajos de construcción en un túnel en Suiza, entre otros. Todo esto va magistralmente acariciado y envuelto en finas y transparentes capas de sonido orgánico y lentos beats seudo industriales, finos y metálicos. El disco completo es un magnífico y fluido viaje de frecuencias y ondas auditivas eternas, para escuchar con atención, a gran volumen y con audífonos cada mínimo detalle.

El berlinés lo deja en claro. Hay pocos que manejan el sonido digital y lo conceptualizan como él. Su música es un fiel reflejo de los tiempos en cuanto a experimentación artística y tecnología. Nos regala este nuevo álbum y nos da una lección: el silencio no es más que música.






miércoles, 11 de noviembre de 2009

ATLAS SOUND - "Logos" (Kranky Records, 2009)





El año pasado, Bradford Cox, un tipo prolífico y generoso con los fans en cuanto a mostrar su música por Internet, dejó por casualidad su cuenta de MediaFire abierta. Filtró parte de lo que sería el bonus disc “Weird Era Cont” del disco de su banda Deerhunter titulado “Microcastle”. También se escaparon descartadas versiones demo de lo que ya venía planificando en solitario en aquellos días: su segundo y esperado álbum titulado “Logos”, bajo el pseudónimo de Atlas Sound: su proyecto en solitario donde explora los sonidos netamente lisérgicos que tanto le gustan (y que no destacan del todo en el estilo de Deerhunter) y también los más experimentales, adornados con un toque de nostalgia sicodélica sesentera y acid folky.

Superado el impasse con los tracks filtrados, Cox dijo que el álbum sería totalmente distinto a lo que los fans escucharon y que sería alejado de su predecesor, el íntimo “Let the Blind Those Who can See but Cannot Feel”. Y la impresión fue mayúscula al comprobar cuan talentoso y sensible musicalmente puede llegar a ser el chico de apariencia nerd y esquelética figura quien sufre del síndrome de Marfan.

“Logos” es ampliamente superior al debut. Está mejor armado, se nota mayor crecimiento en lo musical y sobre todo, se respira un álbum profundamente inspirado y emotivo. Punto alto es, además, la inclusión de dos colaboraciones de lujo: Noah “Panda Bear” Lennox de Animal Collective, interpretando la lúdica y entrañable “Walkabout”, en la canción menos cercana al sonido de Bradford Cox y más familiar a lo hecho por Lennox en solitario, pero que destaca ampliamente en el disco. Además sobresale la aparición de Letitia Sadier, voz y lider de Stereolab, en otro de los temas ambiciosos y notables, llamado “Quick Canal”.

Este álbum es un estado anímico, espiritual incluso. Canciones como “The Light that Failed” y “An Orchid” evocan una melacolía de tarde veraniega lánguida y contemplativa. Una especie de rareza alucinógena, graciosa y escalofriante que hace reír, llorar y cerrar los ojos. Cox pareciera desplegar, libre y entregado, toda su colorida y fluorescente imaginación al fusionar tintes de un folk retro con sofisticados pasajes experimentales siempre acariciados por un aire psicodélico que a ratos lleva a imaginar a un Syd Barret de la nueva era. Cercanos en su extravagante imaginario ácido surrealista, lúdico, pseudo infantil y hasta irónico, pero distinguidos por el lenguaje posmoderno y ecléctico de Cox.

“Logos” es la quinta producción de Bradford en solo dos años, incluído lo hecho con Deerhunter. Se roba las miradas y los aplausos además de consolidarlo como un talento sobresaliente y una de las nuevas figuras y fetiches hipsters. Este nuevo disco de Atlas Sound es como una experiencia psicoactiva que se disfruta de principio a fin. Un álbum para ponerle play, recostarse en el pasto y escuchar bajo un sol caleidoscópico de verano.





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sábado, 7 de noviembre de 2009

"WARP20" (Boxset edition) - (Warp Records, 2009)





A la vez que en el mundo de la electrónica el destacado sello alemán de minimal techno, Kompakt, cumple 10 años y su par londinense Hyperdub, dedicado a las nuevas corrientes del Dubstep celebra 5, la seminal e invaluablemente influyente etiqueta inglesa Warp Records (quien nos visitara el mes pasado trayendo a Prefuse 73 y Plaid) hace lo suyo con un número que inspira respeto: 20 años.
Warp, para los no entendidos, es la casa paternal de Boards of Canada, Aphex Twin, Autechre, Nightmares on Wax y varios otros nombres fundadores de lo que con el tiempo se llamó comúnmente IDM (intelligent dance music). Música electrónica de tendencia experimental, ambiental, melódica y, generalmente, para escuchar en casa o fuera del club o disco.

La influencia de los artistas acunados en Warp es inmensa y podría hablarse de ella en infinitas líneas, pero basta con decir que cambió para siempre el rumbo de la electrónica: la sacó de la disco, la hizo no-necesariamente-bailable, “inteligente”, ecléctica y la llevo a otro público y oídos. Así que razones son suficientes para celebrar 20 años de marcar tendencias y hacerlo de forma tan magnánima. Con una edición de extremo lujo de esas que quedan reservadas solo a esos fans para los que la música es la prioridad en gastos monetarios: un boxset impresionante con un artwork lleno de fotografías, escritos y delicadezas para quedar loco y que cuenta de 5 partes fundamentales:

“Unheard” es una edición triple en vinilo de 10 pulgadas con temas inéditos recién lanzados de artistas Warp. Una delicia fresca donde sobresalen los temas de artistas contemporáneos como Flying Lotus, Elecktroids y Seefeel y clásicos cómo Plaid y Nightmares on Wax.

“Chosen”, una edición doble en CD, donde el primero consta de 10 temas de todos los tiempos elegidos por fans de Warp en su sitio web, mientras que los del disco restante son escogidos por el co-fundador de la etiqueta, Steve Beckett. Destacan clásicos como Windowlicker de Aphex Twin, Roygbiv de Boards of Canada y Gantz Graf de Autechre.

“Elemental” es un increíble CD mix con todo tipo de tracks existentes en el amplio catálogo de Warp a lo largo de su historia hecho por el prestigioso DJ y productor inglés Osymyso. Se encuentra desde LFO, Red Snapper y Prefuse 73 hasta Squarepusher, Broadcast y los neófitos de “!!!”. Una joya de set y sin duda una de las partes más rescatables de todo el boxset.

“Recreated”: se trata de una edición en doble CD con 21 canciones de artistas Warp versionadas por otros artistas Warp de manera inédita. Cabe destacar a Autechre versionando a LFO, Mira Calix con Oliver Coates haciendo un cover a Boards of Canada y Born Ruffians haciendo lo propio con Aphex Twin, entre muchos otros tracks interesantes.

“Infinite”, finalmente, es la parte más lúdica e interesante de todo este monstruo musical. Se trata de una edición doble en vinilo de 10 pulgadas con 50 loops tomados de canciones clásicas de artistas Warp que no sobrepasan los 5 segundos cada uno. Todos juntos forman una espectacular mezcla abstracta de sonidos muy al estilo moderno de click and cuts de artistas como Prefuse 73.

Este boxset es musicalmente una joya, un nectar, una delicatessen como pocas. Tendrás que esperar otros 20 años para oír algo así. Es esencial para cualquier amante de alguno de los artistas mencionados anteriormente. Para los que vibraron con el periodo noventero más nostalgico de Aphex Twin y Boards of Canada hasta los que deliran con los músicos vanguardistas que Warp ofrece actualmente. Y también es un punto de partida absolutamente perfecto para quienes quieran comenzar a introducirse en una gran parte de la historia de la música electrónica. Que abarcó dos décadas completas desde 1989 y no parece querer detenerse por ahora.







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domingo, 1 de noviembre de 2009

5: Five Years of Hyperdub (Hyperdub, 2009)




El Dubstep es uno los movimientos electrónicos más interesantes y versátiles nacidos en la última década. La fusión de ritmos provenientes del Drum n Bass, el UK garage, el 2-step, el Breakbeat, etc. refrescó los clubes londinenses reuniendo en un mismo lugar a rastafaris, raperos, ravers, etc. e hizo del “bajo” el elemento primordial en el sonido de su música. Pero el Dubstep nunca fue tan progresivo y abarcó tantos oídos hasta que el sello londinense Hyperdub decidiera apadrinar en el año 2005 a una de las figuras más enigmáticas, misteriosas y talentosas de los últimos tiempos: el superlativo William Bevan, en esos años solo conocido por su nombre artístico: Burial.

El niño prodigio de South London no reveló su identidad al lanzar su primer disco homónimo el 2006. No daba conciertos, no se conocía su rostro ni concedía entrevistas. Solo lo hizo al lanzar su segunda y sobre-aclamada placa Untrue el siguiente año, por la enorme presión mediática y de sus devotos fans. Publicó una sencilla fotografía en su myspace, reveló su nombre y redactó despreocupadamente unas escuálidas líneas donde explicaba que no le interesaba la fama ni el reconocimiento. Que lo único que quería era hacer algo de música y lo que importara fuera solo eso: la música. Así, los que criticaron que todo el misterio que rodeaba a Burial era una estrategia comercial, debieron callar ante tal sincera confesión y tan grandioso álbum.

Burial expandió la fórmula de cómo hacer el Dubstep. Mas bien creó un nuevo y único subgénero que solo existe en sus discos. Sacó esas melodías oscuras y profundas de los clubes y las instaló en los callejones llenos de pozas de agua, en los buses de medianoche y las esquinas solitarias de un Londres nostálgico y condenado a la soledad. Tomó beats que sonaban iconoclastas para el estilo, atmósferas demasiado ambientales y escalofriantes y muchos samples de voces de fantasmas, películas misteriosas e historias urbanas.

Luego del fenómeno Burial, Hyperdub comenzó a producir una gama de artistas influenciados por los nuevos horizontes que esta música divisaba, y que ya no era una fría etiqueta más de música de club y DJs, sino solo una base o una influencia para desplegar la creatividad de nuevas mentes. El mismo creador del sello, Steve Goodman (Kode9) y su proyecto Kode9 and the Spaceape, el hip hop experimental de Flying Lotus, las melodías inteligentes y vanguardistas de Zomby, Ikonica y Darkstar y el groove profundo de Mala y King Midas Sound destacan entre los dos CD de 32 tracks de este amplio repertorio de artistas que adornan el interesantísimo álbum conmemorativo de los 5 años de Hyperdub. 5 años de vanguardia, ideas rompedoras, mucho wooble bass y beats que nunca sabes hacia donde irán.

Y, finalmente, no se puede dejar de mencionar la canción que destaca inevitablemente en esta compilación: la conmovedora Fostercare. Si, de Burial. Un verdadero himno a la melancolía urbana, tan profunda y delicada que dan ganas de repetirla 20 veces. Un placer increíble y una tortura a la vez, pues lo que hace Bevan es dejarnos con el exquisito sabor dulce en la boca y pidiendo que el próximo álbum llegue pronto. Porque sus dos LP, sus cuatro EP y su magnífica colaboración con Four Tet de este año, parecieran aun no ser suficientes para los que realmente admiramos y nos deleitamos con la belleza de su música. Como el mismo dijo: lo único que importa.


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POTQ.cl