Nunca había escuchado tanta música en un año ni descubierto tantas cosas buenas. También reencontré y redescubrí otras. En un orden no estricta o necesariamente lineal, basado en la emoción, el impacto y el interés que crearon estos lanzamientos en mí, construí esta lista que intenta hablar de mi música favorita del 2010:
(Abajo, al final, se pueden oír canciones de la mayoría de los discos)
(Abajo, al final, se pueden oír canciones de la mayoría de los discos)
Dub techno expansivo, loops análogos y sonido ambiente. Un estado nárcótico, meditativo e intenso. El segundo álbum de Rod Modell y Steve Hitchell por alguna razón capturó mi atención más que ningun otro estos 12 meses. El pulso vibrante de la madrugada en la ciudad en un mantra minimalista de energía sonora: La repetición, el beat vibratorio y los ecos industriales te sumen en un trance futurista de finas reverberaciones subliminales. La experimentación del sonido en su estado puro, su condición atmosférica y antimatérica, las conversaciones de la muchedumbre, extractos de la televisión japonesa y anuncios en lugares públicos.
Una oda a la urbe y a la electricidad. Al sonido de la gente y de las máquinas. Una mirada metafísica al frío industrialismo: suficiente para ser el disco más inspirador, una obsesión durante meses y mi favorito del 2010.
2. The Radio Dept. - "Clinging to a Scheme"
3. Deerhunter - "Halcyon Digest"
Deerhunter... oh, Deerhunter y Bradford Cox. Primero fue Velvet, después Sonic Youth, My Bloody Valentine y ahora es Deerhunter. El rock dulcemente ruidoso perfecto, por esas razones imposibles de explicar. Toda la tradición de la guitarra garage americana, fusionada con ironía, sicodelia y algo de hype. Me encanta el "Cryptograms" y el "Microcastle", porque son extraños, poderosos y enigmáticos, pero este disco está alto en la lista por la misma razón que el anterior: canciones pegajosas, directas y que hacen sonreír aunque sean tristes. "Desire Lines," "Memory Boy", "Helicopter": puros temas que podrían ser el single principal y que basta una escuchada para que den vueltas en la cabeza todo el día.
4. Demdike Stare - "Voices of Dust"
"Demdike" fue el pseudónimo usado por Elizabeth Southern, la sombría lider de la brujas de Pendle, enjuiciadas y ejecutadas en Lancashire, Inglaterra en el siglo 17. Y el sonido de Voices of Dust, el tercer disco de la trilogía de vinilos lanzada este año por Demdike Stare es, realmente como adentrarse en la atmósfera brujeril y misteriosa de un antiguo ritual prohibido. Eso si, con instrumentos electrónicos, influencia dub, industrial y dark ambient. Este dúo hace una música simplemente única: profunda, hipnótica y atrapante, tal como la mismísima oscuridad. Un estado mental y espiritual, que por cosas de simbiosis, magia o alquimia, caló hondo en mis oídos y en mi interior.
5. The Black Dog - "Music for Real Airports"
"Ambient 1: Music for Airports" es un disco clásico de Brian Eno, y según dicen algunos, el álbum insigne de lo que se llama música ambiental. The Black Dog, veteranos electrónicos de los noventas, le han hecho un indirecto tributo trasladado al siglo 21 y con sonidos de aeropuertos en la realidad.
Una atmósfera tensionante, cálida y onírica se va mezclando con anuncios de salas de embarque y pasillos con gente. Este disco es como un masaje de ondas sonoras, de beats profundos y aletargados y texturas delicadas para flotar en otra dimensión. La palabras realmente sobran, pero títulos como "Disinformation Desk", "Wait Behind This Line", "Passport Control" y "Sleep Deprivation" hablan del viejo fetiche del aeropuerto con sutil poesía. Una nueva experiencia de la espera en los tiempos de la inmediatez.
6. Brian Eno - "A Small Craft on a Milk Sea"
Lo que hace tan valioso y respetable a Brian Eno, para mí, además de ser pionero de lo ambiental y haber trabajado en infinidad de proyectos y con muchos artistas, es la vigencia e interés que tiene por la música contemporánea y los músicos jóvenes. Aún siendo un veterano, jamás se quedó sentado viviendo del pasado, sino todo lo contrario: se proyecto al futuro, reinventándose. "A Small Craft on a Milk Sea" tiene el plus de haber sido lanzado bajo el insigne sello electrónico Warp (uno de mis favoritos) y es un gran disco: variado, narrativo, entretenido y delicado. Hay atmosferización contemplativa, mucho experimento con ruido y efectos y hasta guitarras ruidosas por ahí. Eno sabe lo suficiente como para integrar con maestría y libertad, sensibilidades diferentes en un mismo trabajo: la calma, el idilio, la alucinación, la euforia. Un verdadero viaje, casi visual.
7. CocoRosie - "Grey Oceans"
Nunca había escuchado a CocoRosie antes de oír este, su último disco. No se por qué le di una oportunidad y, en medio de prejuicios e incertidumbres, algo se activó en mi que hizo de "Grey Oceans" un cúmulo de sonidos y emociones totalmente exóticas, placenteras e inesperadas. Y esa es una de las mejores sensaciones que la música puede entregar. Romper tus convenciones, tu lugar de comodidad.
Una oda a la urbe y a la electricidad. Al sonido de la gente y de las máquinas. Una mirada metafísica al frío industrialismo: suficiente para ser el disco más inspirador, una obsesión durante meses y mi favorito del 2010.
2. The Radio Dept. - "Clinging to a Scheme"
Una de mis bandas favoritas y que ha hecho discos prácticamente imposibles de superar en el pasado (Pet Grief y Lesser Matters). Este, su tercer álbum no es totalmente genial como los otros pero sí tiene algunas de las mejores canciones que ha hecho The Radio Dept. en su carrera y se convirtió en un fetiche emocional perfecto para muchos momentos. "David" es un tema increíble que escuché en repeat hasta tres o cuatro veces. "The Video Dept.", tiene esa perfecta simpleza natural y, en resúmen, todo el álbum grafica que el synth-pop shoegazer de los inicios de la banda se volvió más pop que nunca llendo directamente a romper el tórax con esa sutileza sentimental única. Un disco que dan ganas de abrazar, asi de especial y así de simple.
3. Deerhunter - "Halcyon Digest"
Deerhunter... oh, Deerhunter y Bradford Cox. Primero fue Velvet, después Sonic Youth, My Bloody Valentine y ahora es Deerhunter. El rock dulcemente ruidoso perfecto, por esas razones imposibles de explicar. Toda la tradición de la guitarra garage americana, fusionada con ironía, sicodelia y algo de hype. Me encanta el "Cryptograms" y el "Microcastle", porque son extraños, poderosos y enigmáticos, pero este disco está alto en la lista por la misma razón que el anterior: canciones pegajosas, directas y que hacen sonreír aunque sean tristes. "Desire Lines," "Memory Boy", "Helicopter": puros temas que podrían ser el single principal y que basta una escuchada para que den vueltas en la cabeza todo el día.
4. Demdike Stare - "Voices of Dust"
"Demdike" fue el pseudónimo usado por Elizabeth Southern, la sombría lider de la brujas de Pendle, enjuiciadas y ejecutadas en Lancashire, Inglaterra en el siglo 17. Y el sonido de Voices of Dust, el tercer disco de la trilogía de vinilos lanzada este año por Demdike Stare es, realmente como adentrarse en la atmósfera brujeril y misteriosa de un antiguo ritual prohibido. Eso si, con instrumentos electrónicos, influencia dub, industrial y dark ambient. Este dúo hace una música simplemente única: profunda, hipnótica y atrapante, tal como la mismísima oscuridad. Un estado mental y espiritual, que por cosas de simbiosis, magia o alquimia, caló hondo en mis oídos y en mi interior.
5. The Black Dog - "Music for Real Airports"
"Ambient 1: Music for Airports" es un disco clásico de Brian Eno, y según dicen algunos, el álbum insigne de lo que se llama música ambiental. The Black Dog, veteranos electrónicos de los noventas, le han hecho un indirecto tributo trasladado al siglo 21 y con sonidos de aeropuertos en la realidad.
Una atmósfera tensionante, cálida y onírica se va mezclando con anuncios de salas de embarque y pasillos con gente. Este disco es como un masaje de ondas sonoras, de beats profundos y aletargados y texturas delicadas para flotar en otra dimensión. La palabras realmente sobran, pero títulos como "Disinformation Desk", "Wait Behind This Line", "Passport Control" y "Sleep Deprivation" hablan del viejo fetiche del aeropuerto con sutil poesía. Una nueva experiencia de la espera en los tiempos de la inmediatez.
6. Brian Eno - "A Small Craft on a Milk Sea"
Lo que hace tan valioso y respetable a Brian Eno, para mí, además de ser pionero de lo ambiental y haber trabajado en infinidad de proyectos y con muchos artistas, es la vigencia e interés que tiene por la música contemporánea y los músicos jóvenes. Aún siendo un veterano, jamás se quedó sentado viviendo del pasado, sino todo lo contrario: se proyecto al futuro, reinventándose. "A Small Craft on a Milk Sea" tiene el plus de haber sido lanzado bajo el insigne sello electrónico Warp (uno de mis favoritos) y es un gran disco: variado, narrativo, entretenido y delicado. Hay atmosferización contemplativa, mucho experimento con ruido y efectos y hasta guitarras ruidosas por ahí. Eno sabe lo suficiente como para integrar con maestría y libertad, sensibilidades diferentes en un mismo trabajo: la calma, el idilio, la alucinación, la euforia. Un verdadero viaje, casi visual.
7. CocoRosie - "Grey Oceans"
Nunca había escuchado a CocoRosie antes de oír este, su último disco. No se por qué le di una oportunidad y, en medio de prejuicios e incertidumbres, algo se activó en mi que hizo de "Grey Oceans" un cúmulo de sonidos y emociones totalmente exóticas, placenteras e inesperadas. Y esa es una de las mejores sensaciones que la música puede entregar. Romper tus convenciones, tu lugar de comodidad.
Esa voz tan rara, esas letras absurdas y esa mezcla tan cuidadosamente libre de sonoridades me capturó totalmente. "Smokey Taboo" es una de las mejores canciones que escuché en el año, y me transporta a un lugar indescriptiblemente agradable. El single "Lemonade" es buenísimo también y toda la historia, imágen y mística que proyectan Bianca y Sierra Cassady es digna de mi curiosidad y atención total. He leído todo tipo de críticas negativas hacia CocoRosie, y creo que eso las hace aún más interesantes de oír y experimentar.
8. Vainqueur - "Ranges" EP
Probablemente muy poca gente que lea esto (o nadie) conozca a Vainqueur, así que diré que es el pseudónimo de René Löwe, productor alemán de dub techno (estilo del que soy totalmente seguidor), quien tuvo su etapa de actividad en los '90. "Ranges" es el vinilo de 12 pulgadas y de solo 2 canciones que lo trae de vuelta y, para mi, basta para estar dentro de los 10 lanzamientos preferidos del año. Me encanta la música con sonido único, imposible de confundir y Vainqueur tiene eso: los hi-hats susurrantes, el bajo, los beats clínicos y rítmicos a la vez. Ondas expansivas frías, groove minimalista espectacular: simple, efectivo, evocador. Una especie de sinestesia. Pensar en el color blanco, en el mutismo, en el viento, el mar o el espectro electromagnético.
9. bvdub - "The Art of Dying Alone"
Como no escuchar un disco con un nombre así. Más aún sabiendo lo buen músico que es Brock Van Way, alias bvdub. La melancolía hecha música, llena de sutil y contemplativa belleza desbordante. Un océano infinito de sonidos como olas en cámara lenta, una atmósfera llena de detalles, sutilezas, vacíos y clímax. Voces y lamentos lejanos que se pierden en la densa pero transparente textura sonora. Un disco ambiental que no necesita hablar para decir muchas cosas y para dejar un sabor conocido y dulcemente amargo: el bello sabor de la derrota.
10. Pulshar - "Inside"
Pablo Bolivar es músico electrónico, respetado en todo el mundo por sus melodías profundas y minimalistas. Sergio Aphro Sainz, un pasional vocalista dub. Dos españoles que mezclan su sonido en el proyecto Pulshar: el equilibrio perfecto entre la frialdad y la calidez. Un disco sensual y provocador como pocos trabajos electrónicos, ya que se acerca con inteligencia a la clave de la canción convencional. Esa voz soul, sugerente y fresca, acompaña de manera ideal la cadencia introspectiva de las vibraciones y bajos en el fondo. Un ritmo y sonido sensorial, que acaricia el oído y hace cerrar los ojos.
11. Swans - "My Father Will Guide Me a Rope Up to the Sky"
Una de las bandas más oscuras y violentas de la historia, nacida en los '80 y lideradas por el gran Michael Gira. El mismo que dijo "esto no es un a reunión, ni un estúpido acto de nostalgia, ni revivir el pasado", luego de lanzar este, su primer álbum luego de 13 años de disolución. "My Father" es un álbum intenso, misterioso y lleno de esas guitarras desgarradoras, folk sombrío y referencias sobre el bien y el mal o el cielo y el infierno. Una energía poética que proviene de una mente tan libre como oprimida, y de la cual me fue imposible quedar indiferente.
12. Scuba - "Triangulation"
Paul Rose, alias Scuba, es dueño del gran sello Hotflush Records y es uno de mis productores electrónicos favoritos del último tiempo. El dubstep... un estilo que ha crecido demasiado rápido, engendrando todo tipo de cosas novedosas y algunas que se salen de ese frío apelativo. "Triangulation" es un disco que mezcla esas bases profundas y metálicas del dubstep con la atmósfera fría, expansiva y oscura del techno y la experimentación. Y el resultado es excelente: tracks llenos de vibración, de ritmo e inteligencia, de sensualidad y misterio. Se puede escuchar acostado, fumando algo o incluso bailar. De cualquier forma, te hará despegar del suelo.
13. Sun Kil Moon - "Admiral Fell Promises"
Mark Kozelek produce en mí algo que pocos músicos logran. El vocalista de Red House Painters en los '90 (una de las bandas más depresivas que existen) es alguien casi familiar: un amigo, un desconocido empático, un alter ego imaginado. Sun Kil Moon es su proyecto paralelo, y "Admiral Fell Promises" otra demostración de su profundo y estremecedor mundo interno. Una habitación solitaria, una guitarra y versos sobre pérdida, fantasía y ensueño. Una voz cansada , más vieja y más sabia, quizás también más resignada. La nostalgia y la soledad son uno con Kozelek, un bello representante del país de los condenados.
14. Massive Attack - "Heligoland"
Luego de ver a Massive Attack en vivo en Espacio Riesco hace unas semanas, mi antiguo amor por su música se multiplicó. Podría escribir mucho sobre eso, pero basta decir que son de esas bandas que me acompañan desde hace mucho tiempo y lo estarán siempre, que han trascendido al cassete, al CD y al mp3 y están en un sitial reservado solo para algunos. De a poco entendí que comparar su nuevo disco con el "Blues Lines" o el "Mezzanine" no tenía sentido. Tenía que disfrutar de su regreso y entender sus nuevas exploraciones, y Heligoland es, en esos términos, un disco muy interesante y disfrutable. "Psyche" es una canción con un groove exquisito, y la voz de Martina Topley-Bird le imprime el sello distintivo a todo el ábum. No es una obra maestra, no es perfecto, pero es Massive Attack y con cada escucha aparecen cosas nuevas. Una herramienta de la nostálgia, replegable y expandible hacia el futuro.
15. Laetitia Sadier - "The Trip"
Cuantos momentos escuchando Stereolab, muchos... Una de esas bandas especiales. Y Laetitia Sadier, su vocalista: una especie de sonido conocido, familiar pero aún intrigante. Nunca antes se le vio tan abierta, sincera y liberada del rol en la banda inglesa y en su proyecto Monade. En "The Trip", la francesa entrega una inspirada, estética y sutil demostración de su imaginario pop más intimista, con gran acierto e influencias recogidas en años de carrera. La guitarra suena como sacada de un cuento, la atmósfera es misteriosa y suave, el disco entero tiene ese algo que también posee Stereolab: algo fuera del tiempo, algo que suena familiar, pero de alguna manera es exótico e irresistible.
16. Glasser - "Ring"
Otro disco debut y un nombre nuevo para mí. Cameron Mesirow, alias Glasser, provoca una sensación de encandilamiento al oír su voz y sus lúdicas melodías. Entre lo infantil, lo etéreo y lo fantasioso, "Ring" es como una piedra preciosa que brilla e irradia luces de colores. El jugueteo vocal y el timbre hermoso de la voz es el hilo conductor de un álbum lleno de sonidos especiales: tribalismo electro, sutileza, frescura y vanguardia en la producción. Un nombre que estoy seguro que seguirá resonando, dio el primer paso como pocos pueden hacerlo.
17. Moritz Von Oswald Trio - "Live in New York"
Soy seguidor de la música de Moritz Von Oswald y su escuela. Músico electrónico alemán, miembro de Basic Channel y Maurizio en los '90, y del seminal sello Chain Reaction. Una leyenda del techno y el minimalismo. Un señor, un pez gordo. Su Trio de improvisación experimental junto a Vladislav Delay (otro de mis músicos favoritos) y Max Loderbauer, sacó su disco debut el año pasado y me sorprendió gratamente. Efectos, percusiones quebradas e irregulares, free jazz futurista y ambientaciones seudo espaciales, es la dosis de esta tripleta de músicos visionarios. El álbum fue grabado en el Unsound Festival de Nueva York, y contó con la colaboración del legendario Carl Craig. Un documento auditivo perteneciente a la contemporaneidad. Si los marcianos preguntaran que música se hace en la tierra en estos tiempos, les mostraría este disco.
18. T++ - "Wireless" EP
Torsten Pröfock fue miembro de Monolake, uno de mis proyectos electrónicos favoritos desde siempre. Ahora, hace música en solitario bajo el extraño pseudónimo de T++. Su nuevo EP, de 4 temas, "Wireless" quiebra todas las estructuras de la electrónica: el BPM, la candencia del beat, el ritmo 4/4. Mezcla bases breakbeat, dubstep y experimentales con una fuerte influencia africana en las melodías y samples. Un sonido realmente especial, extrañísimo y dificil de digerir pero muy rico de oír y experimentar. Pröfock salió de la ciudad y el industrialismo para mezclar la máquina con lo orgánico, con lo tribal y lo primitivo. La sola idea es extramadamente sugerente, el resultado solo provoca el máximo placer.
19. Taylor Deupree - "Shoals"
Taylor Deupree es, además de fotógrafo y diseñador, un verdadero artista del sonido. Me siento identificado son sus claras obsesiones que explora disco tras disco: naturaleza, paisajes sonoros y orgánicos. Su sonido es como la música que tendría el viento, la nieve o el agua. En este caso, se centra en los riachuelos, los cardúmenes de peces, el sonido acuático, suave y sensorial. Pareciera que sabe interconectar perfectamente la imágen con el sonido, porque escuchando "Shoals" es casi como que uno pudiera sentir y ver el fluír del agua, el musgo, las piedras y sentir el aroma fresco del entorno. La delicadeza y detallismo con que trabaja Deupree es admirable por su sensibilidad y rica poesía sonora.
20. Light Pollution - "Apparitions"
Una banda nueva, disco debut, sonido totalmente inesperado. Y algo lo hizo entrar en los favoritos. El tema "Fever Dreams" tiene algo que me encanta, no se que es. Pienso en la ciudad, en la noche, en las luces en movimiento de los autos, en amores perdidos, en melancolía adolescente. Hay tantas bandas nuevas que toman el sonido shoegazer o dream pop de los '80, pero pocas que logran hacer algo nuevo y emotivo. Light Pollution no se si será de esas, más bien es algo totalmente personal. A veces la música te llega o no te llega, y este álbum supo hacerlo con sutileza y sinceridad.
8. Vainqueur - "Ranges" EP
Probablemente muy poca gente que lea esto (o nadie) conozca a Vainqueur, así que diré que es el pseudónimo de René Löwe, productor alemán de dub techno (estilo del que soy totalmente seguidor), quien tuvo su etapa de actividad en los '90. "Ranges" es el vinilo de 12 pulgadas y de solo 2 canciones que lo trae de vuelta y, para mi, basta para estar dentro de los 10 lanzamientos preferidos del año. Me encanta la música con sonido único, imposible de confundir y Vainqueur tiene eso: los hi-hats susurrantes, el bajo, los beats clínicos y rítmicos a la vez. Ondas expansivas frías, groove minimalista espectacular: simple, efectivo, evocador. Una especie de sinestesia. Pensar en el color blanco, en el mutismo, en el viento, el mar o el espectro electromagnético.
9. bvdub - "The Art of Dying Alone"
Como no escuchar un disco con un nombre así. Más aún sabiendo lo buen músico que es Brock Van Way, alias bvdub. La melancolía hecha música, llena de sutil y contemplativa belleza desbordante. Un océano infinito de sonidos como olas en cámara lenta, una atmósfera llena de detalles, sutilezas, vacíos y clímax. Voces y lamentos lejanos que se pierden en la densa pero transparente textura sonora. Un disco ambiental que no necesita hablar para decir muchas cosas y para dejar un sabor conocido y dulcemente amargo: el bello sabor de la derrota.
10. Pulshar - "Inside"
Pablo Bolivar es músico electrónico, respetado en todo el mundo por sus melodías profundas y minimalistas. Sergio Aphro Sainz, un pasional vocalista dub. Dos españoles que mezclan su sonido en el proyecto Pulshar: el equilibrio perfecto entre la frialdad y la calidez. Un disco sensual y provocador como pocos trabajos electrónicos, ya que se acerca con inteligencia a la clave de la canción convencional. Esa voz soul, sugerente y fresca, acompaña de manera ideal la cadencia introspectiva de las vibraciones y bajos en el fondo. Un ritmo y sonido sensorial, que acaricia el oído y hace cerrar los ojos.
11. Swans - "My Father Will Guide Me a Rope Up to the Sky"
Una de las bandas más oscuras y violentas de la historia, nacida en los '80 y lideradas por el gran Michael Gira. El mismo que dijo "esto no es un a reunión, ni un estúpido acto de nostalgia, ni revivir el pasado", luego de lanzar este, su primer álbum luego de 13 años de disolución. "My Father" es un álbum intenso, misterioso y lleno de esas guitarras desgarradoras, folk sombrío y referencias sobre el bien y el mal o el cielo y el infierno. Una energía poética que proviene de una mente tan libre como oprimida, y de la cual me fue imposible quedar indiferente.
12. Scuba - "Triangulation"
Paul Rose, alias Scuba, es dueño del gran sello Hotflush Records y es uno de mis productores electrónicos favoritos del último tiempo. El dubstep... un estilo que ha crecido demasiado rápido, engendrando todo tipo de cosas novedosas y algunas que se salen de ese frío apelativo. "Triangulation" es un disco que mezcla esas bases profundas y metálicas del dubstep con la atmósfera fría, expansiva y oscura del techno y la experimentación. Y el resultado es excelente: tracks llenos de vibración, de ritmo e inteligencia, de sensualidad y misterio. Se puede escuchar acostado, fumando algo o incluso bailar. De cualquier forma, te hará despegar del suelo.
13. Sun Kil Moon - "Admiral Fell Promises"
Mark Kozelek produce en mí algo que pocos músicos logran. El vocalista de Red House Painters en los '90 (una de las bandas más depresivas que existen) es alguien casi familiar: un amigo, un desconocido empático, un alter ego imaginado. Sun Kil Moon es su proyecto paralelo, y "Admiral Fell Promises" otra demostración de su profundo y estremecedor mundo interno. Una habitación solitaria, una guitarra y versos sobre pérdida, fantasía y ensueño. Una voz cansada , más vieja y más sabia, quizás también más resignada. La nostalgia y la soledad son uno con Kozelek, un bello representante del país de los condenados.
14. Massive Attack - "Heligoland"
Luego de ver a Massive Attack en vivo en Espacio Riesco hace unas semanas, mi antiguo amor por su música se multiplicó. Podría escribir mucho sobre eso, pero basta decir que son de esas bandas que me acompañan desde hace mucho tiempo y lo estarán siempre, que han trascendido al cassete, al CD y al mp3 y están en un sitial reservado solo para algunos. De a poco entendí que comparar su nuevo disco con el "Blues Lines" o el "Mezzanine" no tenía sentido. Tenía que disfrutar de su regreso y entender sus nuevas exploraciones, y Heligoland es, en esos términos, un disco muy interesante y disfrutable. "Psyche" es una canción con un groove exquisito, y la voz de Martina Topley-Bird le imprime el sello distintivo a todo el ábum. No es una obra maestra, no es perfecto, pero es Massive Attack y con cada escucha aparecen cosas nuevas. Una herramienta de la nostálgia, replegable y expandible hacia el futuro.
15. Laetitia Sadier - "The Trip"
Cuantos momentos escuchando Stereolab, muchos... Una de esas bandas especiales. Y Laetitia Sadier, su vocalista: una especie de sonido conocido, familiar pero aún intrigante. Nunca antes se le vio tan abierta, sincera y liberada del rol en la banda inglesa y en su proyecto Monade. En "The Trip", la francesa entrega una inspirada, estética y sutil demostración de su imaginario pop más intimista, con gran acierto e influencias recogidas en años de carrera. La guitarra suena como sacada de un cuento, la atmósfera es misteriosa y suave, el disco entero tiene ese algo que también posee Stereolab: algo fuera del tiempo, algo que suena familiar, pero de alguna manera es exótico e irresistible.
16. Glasser - "Ring"
Otro disco debut y un nombre nuevo para mí. Cameron Mesirow, alias Glasser, provoca una sensación de encandilamiento al oír su voz y sus lúdicas melodías. Entre lo infantil, lo etéreo y lo fantasioso, "Ring" es como una piedra preciosa que brilla e irradia luces de colores. El jugueteo vocal y el timbre hermoso de la voz es el hilo conductor de un álbum lleno de sonidos especiales: tribalismo electro, sutileza, frescura y vanguardia en la producción. Un nombre que estoy seguro que seguirá resonando, dio el primer paso como pocos pueden hacerlo.
17. Moritz Von Oswald Trio - "Live in New York"
Soy seguidor de la música de Moritz Von Oswald y su escuela. Músico electrónico alemán, miembro de Basic Channel y Maurizio en los '90, y del seminal sello Chain Reaction. Una leyenda del techno y el minimalismo. Un señor, un pez gordo. Su Trio de improvisación experimental junto a Vladislav Delay (otro de mis músicos favoritos) y Max Loderbauer, sacó su disco debut el año pasado y me sorprendió gratamente. Efectos, percusiones quebradas e irregulares, free jazz futurista y ambientaciones seudo espaciales, es la dosis de esta tripleta de músicos visionarios. El álbum fue grabado en el Unsound Festival de Nueva York, y contó con la colaboración del legendario Carl Craig. Un documento auditivo perteneciente a la contemporaneidad. Si los marcianos preguntaran que música se hace en la tierra en estos tiempos, les mostraría este disco.
18. T++ - "Wireless" EP
Torsten Pröfock fue miembro de Monolake, uno de mis proyectos electrónicos favoritos desde siempre. Ahora, hace música en solitario bajo el extraño pseudónimo de T++. Su nuevo EP, de 4 temas, "Wireless" quiebra todas las estructuras de la electrónica: el BPM, la candencia del beat, el ritmo 4/4. Mezcla bases breakbeat, dubstep y experimentales con una fuerte influencia africana en las melodías y samples. Un sonido realmente especial, extrañísimo y dificil de digerir pero muy rico de oír y experimentar. Pröfock salió de la ciudad y el industrialismo para mezclar la máquina con lo orgánico, con lo tribal y lo primitivo. La sola idea es extramadamente sugerente, el resultado solo provoca el máximo placer.
19. Taylor Deupree - "Shoals"
Taylor Deupree es, además de fotógrafo y diseñador, un verdadero artista del sonido. Me siento identificado son sus claras obsesiones que explora disco tras disco: naturaleza, paisajes sonoros y orgánicos. Su sonido es como la música que tendría el viento, la nieve o el agua. En este caso, se centra en los riachuelos, los cardúmenes de peces, el sonido acuático, suave y sensorial. Pareciera que sabe interconectar perfectamente la imágen con el sonido, porque escuchando "Shoals" es casi como que uno pudiera sentir y ver el fluír del agua, el musgo, las piedras y sentir el aroma fresco del entorno. La delicadeza y detallismo con que trabaja Deupree es admirable por su sensibilidad y rica poesía sonora.
20. Light Pollution - "Apparitions"
Una banda nueva, disco debut, sonido totalmente inesperado. Y algo lo hizo entrar en los favoritos. El tema "Fever Dreams" tiene algo que me encanta, no se que es. Pienso en la ciudad, en la noche, en las luces en movimiento de los autos, en amores perdidos, en melancolía adolescente. Hay tantas bandas nuevas que toman el sonido shoegazer o dream pop de los '80, pero pocas que logran hacer algo nuevo y emotivo. Light Pollution no se si será de esas, más bien es algo totalmente personal. A veces la música te llega o no te llega, y este álbum supo hacerlo con sutileza y sinceridad.
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